Cuando hablamos de transformación digital, hacemos referencia a un cambio que está dándose en el momento actual, es decir, se trata de un proceso en el que se aplican una serie de medidas para llegar a ser una empresa más tecnológica y digitalizada. El mundo hace diez años era muy diferente al actual, y si ya echamos la vista atrás 20 años el cambio es aún más brusco. Han surgido grandes herramientas como la nube, cuya migración vamos a tratar en este post.
¿Qué ocurre con este hecho? Que ha ocurrido en un periodo muy breve de tiempo, lo que quiere decir que es muy difícil adaptarse a todos y cada uno de los cambios que se han ido dando en la industria tecnológica.
Es por eso por lo que la transformación digital, el cambio de empresas tradicionales a empresas más tecnológicas y digitalizadas, es tan complicado.
No se trata de implantar elementos digitales por separado para mejorar o actualizar áreas concretas, sino que tiene un sentido más global. La transformación debe ser transversal a toda la empresa para que el negocio se beneficie de esa digitalización y pueda desarrollarse correctamente. Es decir, incluir en el proceso el beneficio del negocio y de todos su públicos.
Es un proyecto a largo plazo en el que se debe recopilar la información del sector, contexto y de las tecnologías y novedades existentes, crear una estrategia e ir implantándola conforme la capacidad de la empresa. Pocos son los negocios que han llegado a una transformación digital completa, y tienen grandes posicionamientos y ventajas competitivas a cambio.
La transformación digital es un proceso que no llega a terminar. Estamos hablando de una actualización e investigación de mejora continua. Por lo que las empresas deben siempre tener esta inquietud de progreso.
Las relaciones entre empresas y clientes han ido evolucionando. De esta forma, los clientes han pasado de ser pasivos en esta relación a tener comunicación con las empresas incluso exigirles cambios y mejoras.
Por si fuera poco, la competencia es cada día más y más fuerte y en este mundo globalizado y digitalizado si no te sumerges en este entorno digital y a sus múltiples posibilidades, se corre un gran riesgo de quedarse atrás en este caos de competitividad.
A la hora de comenzar la migración a la nube, no hay que dejar de lado el pensamiento de que es un proceso y que es a largo plazo. Todo este cambio y adopción de tecnologías en un negocio, comienza con un cambio hacia mentalidad más visionaria, donde la empresa se conciba como un ecosistema digital.
Se trata de rediseñar métodos, procesos de trabajo y en definitiva la estrategia de la organización en general para adaptarse al mercado actual y sus exigencias a nivel de competitividad y actualidad. Siempre mirando hacia futuras mejoras y cambios que no dejarán de darse.
A continuación os mostramos brevemente los pasos básicos a seguir en una transformación digital de un negocio.
Es necesario conocer hasta el más mínimo detalle del proceso y las responsabilidades que se están adquiriendo ya que puede ser muy costoso para un negocio una mala puesta en marcha. No valen ni cambios a medias ni herramientas puntuales. Eso solo son pequeñas modificaciones que seguramente resulten beneficiosas pero no es una transformación.
Como se ha dicho antes se busca rediseñar la estrategia, el modelo de negocio y los métodos de trabajo por lo que en principio debemos plantearnos una serie de preguntas a responder e investigar. Desde las herramientas y soluciones existentes en el mercado, hasta las experiencias que los clientes buscan en las empresas, o cómo los empleados estarán más satisfechos y serán más eficientes.
Todo depende de a dónde se quiere llegar. Para saberlo, es necesario conocer la mayor información posible.
Es una decisión critica pero a la vez puede ser la mejor ya que la complejidad del asunto agradece el asesoramiento de expertos dedicados a ello. Durante el proceso de investigación, también hemos debido de tener en cuenta los proveedores de servicios y cuáles son las soluciones que mejor se adaptan a nuestras necesidades.
Una vez reunida toda la información, hay que evaluar la propia situación de la empresa. Lo primero es saber dónde queremos que nos lleve este trayecto, el objetivo final.
Esta evaluación tiene mucho que ver con la elección de la estrategia a seguir. Definir el enfoque que vamos a darle a esa estrategia viendo dónde dirigir los esfuerzos. Es decir, conocer qué se quiere mejorar, por qué, cómo llegar hasta ahí y establecer objetivos de nivel inferior al objetivo global.
Se trata de establecer prioridades, servicios y aplicaciones críticas y ordenarlos según los esfuerzos que suponen su migración.
Es recomendable comenzar por aquellas migraciones más básicas, para ponerse en contacto con la nube y el nuevo método de trabajo. Además esto dará a los públicos un tiempo de adaptación que le servirá a la propia empresa como una prueba para contrastar los datos obtenidos con los objetivos generales de la estrategia y ver cómo seguir y cómo se está asimilando ese cambio.
Es el trabajo de campo, es decir, ejecutar lo planificado para la migración a la nube. Se trata de implementar los proyectos acordados, siempre con un margen de maniobra que nos permita adaptarnos y rectificar.
Para poder realizar la migración con mayor tranquilidad es necesario establecer un plan de continuidad de negocio.
Una vez alcanzados los objetivos esto no termina, ya que, como hemos dicho antes, los cambios siguen dándose. Es por eso que se debe mantener una situación de disposición e investigación de posibles mejoras e innovaciones futuras.
La clave está en evolucionar junto al mercado.
En una de nuestras anteriores publicaciones ya tratamos el tema de los beneficios que el cloud puede aportar a una empresa. En resumen, la migración a la nube produce un mayor ahorro gracias a la automatización de procesos y servicios.
Genera una mejor capacidad de adaptación y de respuesta, mucho más inmediata a la demanda y a los públicos al estar basada en datos precisos y sólidos que mejoran la investigación de modelos, patrones, tendencias, etc. Permite una mayor innovación.
En definitiva, mejora la estrategia empresarial, dando a los procesos y herramientas mucha más productividad y eficiencia. Mejorando, además, la seguridad de la información empresarial y la prevención ante situaciones de riesgo.
Lo digital afecta a todos y cada uno de los departamentos y áreas. La empresa debe visualizarse como un ecosistema digital en el que la tecnología y la digitalización sea el mejor aliado para llevar adelante los objetivos empresariales. Para llevar a cabo una transformación digital
En todo momento en esta publicación nos hemos centrado en una perspectiva empresarial orientada al cliente. Es decir, la transformación digital no solo es para beneficio de la empresa, sino que su principal foco es la experiencia del cliente y mejorar la relaciones y confianza de los públicos.
900 730 330
Todos los derechos reservados GWC – Privacidad– Calidad y Medioambiente – Política de Seguridad la Información
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.